Ruth Sánchez.
Zihuatanejo.- La escasez de gas LP en Zihuatanejo y Petatlán por presuntas amenazas ha provocado aglomeraciones en la única estación que ofrece el servicio; vecinos del municipio de Zihuatanejo denunciaron que la situación con las gaseras les está afectando el grado que tienen que acudir hasta la comunidad de San José Ixtapa para suministrar sus cilindros.
Lamentaron que el gobierno municipal insista en que las gaseras están trabajando con normalidad, cuando la realidad es que el gas de la única empresa que si está laborando, ya no es suficiente para la población.
Desde el sábado 4 de febrero esta gasera es la única que ha brindado el servicio, que generó un desabasto en el establecimiento; este miércoles la población tuvo que esperar hasta dos horas por una pipa de gas licuado traída desde Lázaro Cárdenas en Michoacán.
Desde las 5 de la mañana vecinos del puerto, han hecho largas filas en busca del energético, incluso llevan hasta tres cilindros para evitar verse afectados si el problema continúa.
Empresarios que utilizan gas estacionario, indicaron que, tienen una lista de espera de hasta dos días para que les envíen una pipa con gas y la empresa no asegura que les suministren el servicio.
En la periferia, se apreció a patrullas de la Policía Estatal y la Guardia Nacional haciendo rondines cerca de la gasera.
Canirac y Canaco no reportan cierres de negocios hasta el momento
Restauranteros de la CANIRAC y CANACO aseguraron que han logrado seguir trabajando, ante la escases de gas en el municipio.
El asesor de la CANACO, Oscar Sánchez Sánchez, dijo que ningún restaurantero agremiado le ha reportado que tuvo que cerrar por la falta de gas. Por separado, el presidente de la CANIRAC, Antonio Meneses Pelayo, coincidió con lo dicho y agregó que los socios se han preparado con cilindros de gas, que los llenan en la estación de San José Ixtapa, en la única gasera que está funcionando.
Sin embargo, en los seis días transcurridos, donde solo una gasera ha trabajado, pequeños establecimientos como fondas, loncherías y taquerías, no agremiados a las cámaras antes mencionadas, sí han tenido que cerrar al menos un día, en lo que consiguieron llenar sus tanques de gas licuado.