Por Miguel Ángel Millán
* Miguel Ángel Millán es interventor educativo con discapacidad y asesor en tecnología adaptada.
En muchas familias donde hay un hijo con discapacidad, se observa un patrón recurrente: la ausencia de la figura paterna. Este fenómeno, lejos de ser una generalización absoluta, se presenta con frecuencia suficiente como para merecer un análisis profundo. ¿Por qué los padres tienden a desaparecer en estos escenarios? La respuesta no es simple y abarca factores sociales, emocionales y culturales.
Uno de los aspectos más destacados es la presión social y las expectativas de género. La sociedad ha establecido roles específicos para padres y madres. La madre es vista tradicionalmente como la cuidadora principal, mientras que el padre es el proveedor. Esta distribución de roles puede generar una carga emocional desproporcionada para las madres cuando se enfrenta la realidad de cuidar a un hijo con necesidades especiales. Según el sociólogo Michael E. Lamb, la percepción de que el cuidado infantil es «responsabilidad de la madre» puede llevar a los padres a sentirse desplazados y, en algunos casos, a retirarse emocionalmente.
La falta de apoyo y de recursos adecuados también juega un papel crucial. Muchos padres pueden sentirse abrumados por la situación, especialmente si no cuentan con el apoyo necesario para enfrentar los desafíos que conlleva la crianza de un hijo con discapacidad. La psicóloga Annette Lareau sugiere que la ausencia de una red de apoyo robusta puede hacer que los padres se sientan impotentes y prefieran distanciarse, ya sea física o emocionalmente.
Además, la falta de comunicación y el estigma social alrededor de la discapacidad pueden exacerbar la situación. La discapacidad aún se enfrenta a un estigma significativo en muchas culturas, lo que puede llevar a sentimientos de vergüenza o culpa. El psiquiatra Simon Baron-Cohen menciona que los padres pueden experimentar una gran cantidad de estrés y ansiedad debido a las expectativas sociales no cumplidas, lo que puede conducir a una ruptura en la comunicación dentro del matrimonio y, eventualmente, a la separación o al abandono.
Un factor adicional es el impacto psicológico en los padres. La llegada de un hijo con discapacidad puede desencadenar una crisis emocional, especialmente si los padres no están preparados para enfrentar esta realidad. Esta crisis puede llevar a problemas de salud mental como depresión y ansiedad, que a su vez pueden contribuir a la ausencia paterna. Según un estudio realizado por la doctora Susan J. Blacher, los padres de niños con discapacidades tienen mayores niveles de estrés y problemas de salud mental en comparación con aquellos con niños sin discapacidades.
La dinámica de poder dentro del matrimonio también puede cambiar drásticamente. En muchos casos, las madres asumen la responsabilidad principal del cuidado del niño, lo que puede generar resentimiento y desequilibrio en la relación. Este desequilibrio puede ser difícil de manejar, especialmente si los padres no tienen habilidades de comunicación efectivas o no buscan ayuda profesional.
Sin embargo, es fundamental reconocer que no todos los padres reaccionan de la misma manera. Existen numerosos casos en los que los padres asumen roles activos y esenciales en la vida de sus hijos con discapacidad, demostrando que con el apoyo adecuado y un cambio en las expectativas de género, es posible construir una dinámica familiar equilibrada y resiliente. Las organizaciones de apoyo familiar y los programas de intervención temprana pueden ser recursos valiosos para ayudar a los padres a adaptarse a sus nuevas circunstancias y a desempeñar roles significativos en el cuidado de sus hijos.
En conclusión, la ausencia paterna en familias con hijos con discapacidad es un problema multifacético. Las presiones sociales, la falta de apoyo, el estigma y los desafíos emocionales juegan roles significativos en este fenómeno. Abordar estos desafíos requiere un esfuerzo conjunto de la sociedad para proporcionar recursos adecuados, fomentar una distribución equitativa de las responsabilidades parentales y, sobre todo, cambiar las narrativas culturales que limitan el potencial de ambos padres para contribuir plenamente a la vida de sus hijos.
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Fuentes:
1. Lamb, Michael E. «The Role of the Father in Child Development» (El papel del padre en el desarrollo infantil).
2. Lareau, Annette. «Unequal Childhoods: Class, Race, and Family Life» (Infancias desiguales: Clase, raza y vida familiar).
3. Baron-Cohen, Simon. «The Essential Difference: Male and Female Brains and the Truth about Autism» (La diferencia esencial: Cerebros masculinos y femeninos y la verdad sobre el autismo).
4. Blacher, Susan J. «Stress and Coping in Families of Children with Disabilities» (Estrés y afrontamiento en familias de niños con discapacidades).