Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad: qué es y cuáles son los síntomas

Texto Infobae

El mundo de Pedro se mueve a un ritmo diferente. Energía inagotable, atención dispersa e impulsividad son algunos de los comportamientos que marcan la vida de este niño de seis años. Tras peregrinar por distintos especialistas, su mamá, Carla, y su papá, Sebastián, encontraron el diagnóstico: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDHA).

Como él, niños en todo el mundo conviven con este diagnóstico, enfrentando desafíos en distintos órdenes de la vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 4% de la población mundial tiene TDHA, con una prevalencia significativamente mayor entre los niños y adolescentes, especialmente entre los varones jóvenes. A su vez, indica que está presente en el 3,1% de los adolescentes de 10 a 14 años y el 2,4% de los de 15 a 19 años.

Pedro no está solo, y su realidad necesita de un enfoque y la colaboración de múltiples profesionales para mejorar su calidad de vida. Por eso, cada 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad con el objetivo de aumentar la conciencia, la comprensión y sensibilización sobre esta condición. Y también, la oportunidad perfecta para desterrar varios mitos en torno al TDHA.

Qué es el TDHA y cuáles son los síntomas

“El TDHA es una neurodiversidad”, comienza a definir Fernando Burgos (MN 81759), médico pediatra y presidente de la subcomisión de medios y comunicación de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) en diálogo con Infobae, y señala que es una condición frecuente, que abarca un 10% de la población infantil.

Burgos sigue con su explicación sobre el término: “Neurodiversidad significa que los cerebros de todas las personas son diferentes y esta es una condición, que podemos llamar neurológica o neuropsiquiátrica, que hace que muchos niños, en diferentes estadios de su vida, la hiperactividad altere su socialización”.

Por su parte, María Paula Benítez (MN 162.631 – MP 551.535), médica psiquiatra e integrante del Departamento de Psiquiatría de INECO, indica que “los síntomas más frecuentes son inatención, hiperactividad e impulsividad” y suma que “existe una heterogeneidad clínica, dado que se encuentran afectadas las funciones ejecutivas, implicando significativas dificultades para responder a determinados estímulos, planificar y organizar acciones, reflexionar sobre posibles consecuencias e inhibir una respuesta automática inicial”.

Santiago Galicchio (MN 87920 -MP 11147), neurólogo infantil del Servicio de Neurología Infantil del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, de Rosario profundiza sobre los síntomas en comunicación con Infobae: “Se manifiesta por tres características clínicas: déficit de atención o la dificultad en sostener la atención en un tiempo promedio; la hiperactividad, que es marcada movilidad, ya sea motora o también verbal, y se suma en muchos pacientes la impulsividad, que tiene que ver sobre todo con situaciones de enojo fácil, berrinches, ser impulsivo, ser enojoso, calentón”.

Galicchio también hace una distinción: “La forma de presentación más común del TDH es la combinada, donde están los tres síntomas anteriores en forma mezclada, que dependiendo del momento y la situación, predomina una sobre la otra”.

De acuerdo a las especificaciones de Burgos, “afecta principalmente a niños, aunque también puede persistir en la edad adulta” y señala que “el primer punto importante es no desanimar a las familias cuando se hace este diagnóstico y por supuesto, apoyarlos buscando el potencial para que encuentren en esos potenciales el desarrollo de sus actividades, inclusive mejorar su sociabilización”.

Cuáles son las causas del TDHA

El TDAH es una condición compleja cuyas causas abarcan factores de diversa índole. Según explica Benítez, “el origen es multifactorial”.

En cuanto al diagnóstico, Galicchio dice que “es eminentemente clínico, no hay análisis, ni laboratorio. Es el interrogatorio y los informes de los distintos ambientes donde el niño se desarrolla, sobre todo: familia, escuela con los cuidadores y si hace algún deporte o asiste a algún club, por ejemplo”.

¿Cómo diferencias un niño inquieto de uno con TDHA? Según Galicchio, hay una diferencias entre ser inquieto e hiperactivo o ser distraído y tener un déficit de atención. “En el caso del inquieto y el distraído, esta dificultad no le trae afectación de la vida diaria ni de su rendimiento. En cambio, en el que tiene una hiperactividad o un déficit de atención que entran dentro del trastorno, esto le trae afectación de su rendimiento laboral, escolar, social, etcétera”.

Por su parte, Burgos sostiene que “el diagnóstico de TDAH es un proceso cuidadoso y multidimensional, que requiere la colaboración de múltiples profesionales de la salud y la educación para asegurar una evaluación precisa y un plan de tratamiento adecuado”. Y da un detalle de qué implica la evaluación clínica general.

Según cuenta sobre las instancias para llegar al diagnóstico, se realizan entrevistas clínicas con el paciente, sus padres y, a veces, profesores, para obtener una historia detallada de los síntomas, su inicio y su impacto en la vida diaria. Además, se utilizan cuestionarios y escalas de valoración como el Conners’ Rating Scale, el Vanderbilt Assessment Scale y el ADHD Rating Scale para cuantificar la severidad de los síntomas.

También se recurre a los criterios diagnósticos del DSM-5, que estipulan que los síntomas deben manifestarse antes de los 12 años, persistir por al menos seis meses y ser inapropiados para el nivel de desarrollo del niño. La evaluación médica, que incluye exámenes físicos y neurológicos, descarta otras condiciones que puedan imitar los síntomas del TDAH. Por último, la evaluación psicológica y educativa, que puede incluir pruebas de inteligencia y rendimiento académico, ayuda a identificar fortalezas, debilidades y comorbilidades como trastornos de aprendizaje, ansiedad o depresión.

Diagnóstico de TDHA en adultos

Si bien esta condición se presenta con frecuencia durante la infancia, los adultos también pueden tener Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Al respecto, la profesional de Ineco señala que “en las últimas décadas, se ha reconocido cada vez más la prevalencia de este trastorno en adultos. Aunque la presentación de los síntomas puede variar en dicha etapa de la vida, presentando un menor grado de hiperactividad y más dificultades de atención, los desafíos asociados con el TDAH continúan afectando significativamente su vida diaria”.

Según Benítez, el diagnóstico del TDAH en adultos presenta sus complejidades, ya que sus síntomas pueden solaparse con los de otras afecciones, como la depresión y la ansiedad. A pesar de estos desafíos, la clave para un diagnóstico preciso radica en realizar evaluaciones clínicas detalladas, que incluyen un minucioso historial clínico y pruebas específicas para evaluar las funciones ejecutivas.

En Argentina, los profesionales de la salud mental ―psiquiatras, psicólogos y neuropsicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo―, son los encargados de diagnosticar y tratar el TDAH en adultos. La evaluación cognitiva de las funciones ejecutivas resulta esencial para complementar el criterio clínico y apoyar el diagnóstico, dicen los especialistas. “El tratamiento en adultos suele implicar la combinación de medicación, terapia cognitivo-conductual y estrategias de manejo del estilo de vida”, suma Benítez.

En qué consisten los tratamientos en niños y la importancia de la adaptación escolar

En cuanto al tratamiento de TDHA en la infancia, Galicchio indica que “son tratamientos multimodal, porque hay varios modos de abordarlo” y da directivas útiles cuando el diagnóstico ya es un hecho. “Hay que trabajar mucho con la familia, sobre todo en tratar de ordenar una rutina en ese tipo de pacientes, con horarios, con tiempos de cada actividad. Y esto hay que entrenar a los papás, porque los niños con trastorno del desarrollo funcionan mucho mejor con rutinas preestablecidas”.

El experto también subraya que el trabajo con la escuela y el sistema educativo son fundamentales. “Estos son pacientes que tienen que estar sentados en un primer banco. Estimular o motivar frecuentemente su atención, generar situaciones de felicitación para que el paciente se vaya entusiasmando y vaya sosteniendo la atención y motivando por más tiempo”.

Sobre este punto, Burgos sugiere metodologías de enseñanza para niños con TDAH, que abarcan la enseñanza multisensorial, que utiliza métodos visuales, auditivos y kinestésicos; y el refuerzo positivo, para motivar mediante elogios y recompensas. Además, se enseñan técnicas de autocontrol, como el uso de agendas, y se fomenta un ambiente inclusivo con programas de educación socioemocional, participación en grupos de apoyo, el trabajo en equipos y la comunicación continua. A su vez, indica que es fundamental la sensibilización y capacitación del personal educativo.

El tercer punto que Galicchio identifica como fundamental son las terapias. “Muchos de estos pacientes necesitan un apoyo psicológico y/o psicopedagógico para el manejo, sobre todo en los hiperactivos y los impulsivos, de sus conductas y tratar de mejorar su autoestima, su tolerancia, porque la mayoría tienen una baja autoestima, les cuesta perder, esperar su turno, les cuesta cuando los dejan de lado, entonces eso los hace reaccionar y, en general, lo hacen de una forma bastante impulsiva”, dice el neurólogo infantil.

El experto refiere a una cuarta arista para el tratamiento del trastorno: la farmacológica. En estos casos, las opciones más frecuentes que se utilizan son el metilfenidato y/o la atomoxetinalo, de acuerdo a la evaluación e indicación de los profesionales.

Los siete mitos en torno al TDHA

El TDHA está rodeado de numerosos mitos y conceptos erróneos. Desde profesionales hasta familiares, desterrarlos forma parte de la sensibilización. “Muchas veces las familias interpretan que es un chico con una discapacidad y en sí mismo son niños o personas que necesitan descubrir sus potenciales para su vida social”, dice Burgos.

Aquí, los mitos más frecuentes:

  • El TDAH no es un trastorno real: Este mito afirma que el TDAH es solo una excusa para la mala conducta, pero es un trastorno reconocido médicamente con bases neurobiológicas.
  • Solo afecta a los niños: Aunque el TDAH se diagnostica comúnmente en la infancia, muchos adultos también lo tienen. Los síntomas pueden persistir a lo largo de la vida.
  • Los niños con TDAH son solo hiperactivos: No todos los niños con TDAH son hiperactivos. Hay tres tipos de TDAH: predominantemente inatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo y combinado.
  • El TDAH es causado por una mala crianza: La causa exacta del TDAH no se conoce, pero se sabe que diversos factores juegan un papel importante. No es el resultado de una mala crianza.
  • Los medicamentos para el TDAH son peligrosos: Si bien todos los medicamentos tienen efectos secundarios potenciales, los medicamentos para el TDAH, cuando se usan bajo la supervisión de un médico, son generalmente seguros y efectivos.
  • Las personas con TDAH no pueden tener éxito: Muchas personas con TDAH son exitosas en diversas áreas de la vida. Con el tratamiento adecuado y estrategias de manejo, pueden alcanzar sus metas.
  • El TDAH se puede superar simplemente con fuerza de voluntad: El TDAH es una condición médica que a menudo requiere un tratamiento integral que puede incluir medicamentos, terapia y cambios en el estilo de vida.
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