Si estás buscando algo diferente para tu maratón de películas este año, te propongo tres opciones que no solo ofrecen sustos y tensión, sino que también aportan una perspectiva única: todas estas historias giran alrededor de personajes con alguna discapacidad.
Por Miguel Ángel Millán*
* Miguel Ángel Millán es interventor educativo con discapacidad y asesor en tecnología adaptada.
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Halloween está a la vuelta de la esquina, y con ello llega el momento perfecto para disfrutar de una buena sesión de maratón de películas de terror. Hay algo emocionante en el ambiente de octubre, cuando las noches se vuelven más largas y el aire está impregnado de historias que nos ponen los pelos de punta.
Si estás buscando algo diferente para tu maratón de películas este año, te propongo tres opciones que no solo ofrecen sustos y tensión, sino que también aportan una perspectiva única: todas estas historias giran alrededor de personajes con alguna discapacidad. Las películas que te presento son Un lugar en silencio, Los ojos de Julia y No respires. Acompáñame a descubrir por qué estas obras logran una combinación magistral de horror y una narrativa centrada en la resiliencia.
1. Un Lugar en Silencio (A Quiet Place).
Un lugar en silencio (2018) es, sin duda, una de las experiencias cinematográficas más memorables de los últimos años. Esta película, dirigida por John Krasinski, nos lleva a un futuro postapocalíptico donde el más mínimo sonido puede significar la muerte inmediata. La familia protagonista debe vivir en un silencio casi absoluto para evitar atraer a criaturas letales que se guían exclusivamente por el oído.
Lo que hace que esta historia sea especialmente interesante es que una de las protagonistas, Regan, interpretada por Millicent Simmonds, es una joven sorda. La discapacidad auditiva de Regan aporta un enfoque especial al drama: no solo transforma cómo la familia enfrenta su realidad, sino también convierte el silencio en un arma y en una vulnerabilidad al mismo tiempo.
La comunicación a través de la lengua de señas y la ausencia de sonido intensifican la tensión, generando una atmósfera donde cualquier crujido puede ser el principio del fin. Es imposible no sentir empática ansiedad por cada movimiento que hace la familia, y la fortaleza de Regan destaca como un punto crucial en la narrativa, desafiando las limitaciones y resaltando la importancia de la adaptación y el ingenio para sobrevivir.
2. Los Ojos de Julia (Julia’s Eyes).
Los ojos de Julia (2010) es una película de suspenso y terror psicológico que explora cómo la discapacidad visual puede cambiar nuestra percepción de la realidad, y cómo el miedo puede amplificarse ante lo desconocido. La historia sigue a Julia, interpretada por Belén Rueda, quien sufre de una enfermedad degenerativa que está afectando su vista. Julia se ve envuelta en la misteriosa y trágica muerte de su hermana gemela, también ciega. A medida que ella se adentra más en la investigación de lo sucedido, su visión comienza a deteriorarse, y con ello, también lo hace su habilidad para distinguir lo real de lo imaginario.
Lo fascinante de esta película es cómo juega con la incertidumbre y la fragilidad humana. Julia se encuentra atrapada entre la oscuridad que invade su visión y la amenaza inminente que parece acecharla. La película nos obliga a experimentar, al igual que Julia, la sensación de desorientación y vulnerabilidad, lo cual la convierte en una experiencia absorbente. Al final, lo que hace que Los ojos de Julia sea tan cautivadora es la lucha de la protagonista por encontrar la verdad antes de perder por completo la capacidad de ver, en una carrera contra el tiempo que desafía a cualquiera a imaginar cómo enfrentaría semejante situación.
3. No Respires (Don’t Breathe).
En No respires (2016), la historia toma un giro diferente a las películas mencionadas anteriormente. Aquí, el personaje con discapacidad no es la víctima, sino el cazador. La película, dirigida por Fede Álvarez, nos introduce a un grupo de jóvenes que decide robar la casa de un hombre ciego, pensando que será una tarea sencilla. Sin embargo, el hombre resulta ser mucho más peligroso de lo que cualquiera podría haber imaginado, y la discapacidad visual que ellos consideran una debilidad se convierte, irónicamente, en su mayor desventaja.
Este giro hace que No respires sea una experiencia de terror visceral y claustrofóbica. El personaje del hombre ciego, interpretado magistralmente por Stephen Lang, es alguien cuyo conocimiento del espacio, la fuerza y la determinación lo convierten en una amenaza letal. La casa se convierte en un laberinto de trampas y persecuciones donde el juego de «gato y ratón» cambia constantemente de dirección. La película juega con la tensión, manteniéndonos al filo del asiento mientras los roles de caza y presa se difuminan, y nos recuerda que no hay mayor terror que subestimar a alguien que conoce perfectamente sus propias limitaciones.
Una Nueva Perspectiva del Terror
Lo que hace que estas tres películas se destaquen en el género de terror y suspenso es la forma en que abordan la discapacidad como una parte integral de la narrativa, mostrando que las personas con discapacidades no son meros personajes secundarios o accesorios en la historia, sino protagonistas plenos que enfrentan sus propias luchas con valentía y determinación.
En lugar de convertir sus discapacidades en motivos de lástima, estas películas muestran cómo, en situaciones de vida o muerte, las limitaciones pueden convertirse en una fortaleza o en una vulnerabilidad, dependiendo del contexto y la perspectiva.
Así que, si estás buscando algo diferente para tu maratón de Halloween, estas tres opciones te ofrecen más que sustos: te invitan a reflexionar sobre la naturaleza humana, sobre cómo enfrentamos el miedo, y cómo nuestras limitaciones pueden definirnos, pero también fortalecernos.
No hay nada más aterrador que ser vulnerable, y estas películas nos muestran que, con o sin discapacidad, todos tenemos nuestros propios miedos que enfrentar. Prepara las palomitas, apaga las luces y deja que el terror de la discapacidad te haga vivir Halloween desde una perspectiva totalmente nueva.
