Francisca Meza Carranza
Chilpancingo, 18 feb. (PlanB).- Obispos de las cuatro diócesis de Guerrero llamaron a las autoridades a evitar ser rebasados “por aquellos que intentan apoderarse» de los municipios, y a estos, a cesar sus abusos, pues no tienen derecho a convertirlo en un negocio o en un medio de intimidación.
Mediante un comunicado, los obispos Leopoldo González González, de Acapulco; José de Jesús González Hernández, de Chilpancingo-Chilapa; Joel Ocampo Gorostieta, de Ciudad Altamirano, y Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa, manifestaron no poder quedarse en silencio ante el recrudecimiento de la violencia en el estado.
“El grito ensordecedor de las personas y familias que han sido víctimas de múltiples formas de violencia tiene que ser escuchado por todos aquellos que deben asegurar la legalidad en nuestro estado y país, los que pueden contribuir a restablecer un orden justo en la sociedad y aquellos que dañan a la sociedad”, expresan.
Llamaron a los gobernantes a que superen cualquier actitud de indiferencia hacia “aquellos que los eligieron para gobernar y eviten ser rebasados por aquellos que intentan apoderarse del ánimo, de la vida económica y del futuro de nuestros municipios».
Indican que el descontento social aumenta ante el clima de impunidad y que algunos pueblos empiezan a asumir roles que corresponden a las fuerzas del orden.
Pidieron a “aquellos que han hecho del crimen un estilo de vida “ que cesen en sus abusos en contra de las personas, de las familias, de los pueblos y ciudades, pues todos necesitan un ambiente libre de intimidación y violencia, y nadie tiene derecho a matar, abusar sexualmente, robar, mentir, esclavizar y mucho menos a convertirlo en un negocio o en un medio de intimidación.
“Todos necesitamos un ambiente libre de intimidación y violencia para conservar nuestra integridad física y psicológica, trabajar honestamente, consolidar nuestro patrimonio material, disfrutar de nuestra familia, asistir a los centros escolares, llegar a las instituciones de salud y manifestar públicamente nuestra fe”.
Los obispos llamaron también a las familias a fomentar entre sus integrantes actitudes de paz, a apreciar la vida y evitar engrosar las filas “ de quienes promueven la cultura de la muerte”.