Bernardo Torres Morales
Eduardo Neri, 15 sep (PlanB).- En el Nuevo Balsamar, postrado en un cuarto de dos por dos metros, Diego un niño de 11 años se debate entre la vida y la muerte tras seis meses de una severa infección viral que le ocasionó la precariedad en la que viven desde hace seis años.
De acuerdo con los médicos el polvo tóxico al que estuvo expuesto le provocó una Encefalitis Viral, es decir, una infección en el cerebro que está acabando con su vida.
Su mamá, Alma Rosa Castro Morales es originaria de la comunidad de El Balsamar, que en 2013 a causa de los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel tuvieron que ser evacuados y reubicados en un Fraccionamiento en el Municipio de Eduardo Neri.
En ese momento Diego tenía apenas un año de edad, cuando tuvieron que pasar varios meses albergados en Chichihualco, Municipio de Leonardo Bravo, luego rentaron, pues sus viviendas habían sido completamente destruidas por un alud durante la tormenta.
En 2017, les entregaron sus viviendas en el Nuevo Balsamar, sin ningún tipo de servicio, agua, drenaje, energía eléctrica, escuelas ni centro de salud.
En tiempo de sequía, por las calles de la localidad se elevan nubes de polvo y este último año un rastreo que realizaron en las calles sólo empeoraron las condiciones.
Alma Rosa, relata que Diego era un niño sano y normal, cursaba el sexto de primaria, pero un día empezó con fiebre, dolor de cabeza y vómito, y después de convulsionar dos veces acudieron al Chilpancingo el 28 de marzo.
Estuvo internado 17 días en el Hospital General de Chilpancingo, durante ese tiempo le realizaron varios estudios, pero los médicos no pudieron determinar el tipo de enfermedad que padecía, todos corrieron a cuenta de los padres, porque dicho nosocomio no cuenta con ese servicio.
«Anduvimos de un lado para otro pidiendo dinero prestado para que siquiera me dijeran lo que tenía».
A mediados de Abril fue traslado al Hospital General de Acapulco, donde le dijeron que tenían que dormirlo durante un mes, pero sólo aceptó que fueran tres días, y pasada un semana los médicos lo dieron de alta.
El último diagnóstico fue Encefalitis Viral, requería un último estudio que sus padres ya no pudieron pagar el cual costaba alrededor de 35 mil pesos, por lo que regresaron a Chilpancingo donde estuvieron unos días en un cuarto prestado.
Luego, no tuvieron más opción que regresar al Nuevo Balsamar, sin dinero para sus medicinas y su estancia en Chilpancingo.
Desde entonces ha estado solicitado apoyo a las autoridades municipales de Chilpancingo, Leonardo Bravo y e Eduardo Neri, pero hoy se encuentra en el desamparo total, todos le dicen que no son parte de su municipio.
Los gastos semanales se cifran en miles de pesos, debido a que el menor no puede levantarse debe comprar sondas, pañales, suero, medicamentos muy costosos, consultas y traslados constantes de su localidad a Chilpancingo.
Solo su esposo trabaja, ella está las 24 horas del día pendiente de Diego, a veces le ayudan algunos familiares o vecinos, pero comprende que todos tienen sus propias ocupaciones, sus propias familias.
El Clonazepan, un medicamento costoso y que sólo le proporcionan con receta médica es uno de los que no le deben faltar, el niño debe dormir períodos prolongados para que la inflamación de su cerebro disminuya.
Doña Alma suplica que alguna autoridad municipal o estatal le brinde ayuda, la vida de su hijo de apenas 11 años pende de un hilo, están desesperados y solos en este calvario que están viviendo.