Francisca Meza Carranza
Chilpancingo, 18 oct (Plan B).- El sacerdote y defensor de derechos humanos, José Filiberto Velázquez Florencio, fue víctima de un atentado durante los primeros minutos de este miércoles, cerca de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, del que salió ileso y por lo que, reveló, el Mecanismo de Protección a Defensores le ha recomendado salir del estado, lo cual no hará.
El fundador del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello acudió por la mañana a presentar la denuncia formal ante la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos contra Periodistas y Defensores de Derechos Humanos de la Fiscalía General del Estado (FGE), en donde fue abierta una carpeta de investigación.
Inicialmente el sacerdote informó del hecho en sus redes sociales en donde explicó que por las Albercas de la Santa Cruz, luego de salir de una reunión de la normal en Tixtla, fue interceptado por dos personas a bordo de una motocicleta quienes dispararon contra el vehículo en el que viajaba, del que compartió fotografías.
«Yo salí ileso gracias a Dios y la Virgen. Aún está pendiente ir a la Fiscalía a poner la denuncia. Les agradezco su solidaridad», expresó.
Los atacantes dispararon a una de las llantas traseras para obligarlo a detener la marcha y posteriormente dispararon al parabrisas.
Este día, luego de varias horas al interior de la Fiscalía, el también impulsor de La Casa del Peregrino agregó que tras el ataque activó el botón de pánico que tiene como integrante del mecanismo de protección federal sin embargo, consideró, están desamparados ante un mecanismo que parece insuficiente, pues además de complicarse la comunicación, las corporaciones de seguridad llegaron hora y media después.
Para resguardarse el sacerdote regresó a la normal hasta hoy que llegaron visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero.
Que quede antecedente
El padre Fili, como es reconocido, declaró que acudió a interponer su denuncia no tanto por confiar, sino para que haya un antecedente como parte de la realidad que hay en el estado.
Dijo que en tanto se dicten medidas cautelares tendrá vigilancia de la Policía del Estado.
Informó que no ha tenido amenazas directamente, pero que ha sabido que su labor provoca incomodidad, principalmente por la recientes denuncias hechas en torno a los conflictos de seguridad que enfrentan habitantes de Heliodoro Castillo.
Consideró que no puede atribuir el ataque en su contra a algún grupo de la delincuencia organizada en específico pues actualmente no sabe qué intereses podría tocar en su acompañamiento a víctimas de la regiones del estado en los que operan tres grupos.
Dijo que aproximadamente entre mayo y junio fue la última vez que tuvo comunicación con la fiscal General Sandra Luz Valdovinos, quien cortó comunicación; en ese entonces, recordó, ella le recomendó que abandonara el estado y el país pues no podía defenderlo nada más a él ”y aquí están las consecuencias”, expresó.
Velázquez Florencio expresó que el atentado en su contra es parte del trabajo que lleva a cabo y que por lo mismo asume el riesgo, pues los defensores y los periodistas están a merced de la delincuencia.
Dijo que no saldrá de Guerrero como una forma de solidarizarse con las personas que no pueden salir de sus casas por la violencia, además de que mandaría un mensaje de desesperanza y de claudicar en su lucha por la paz.