#EsHoy | 21 de noviembre, Día Internacional de la Espina Bífida
La conmemoración de este día busca crear conciencia entre la población sobre este padecimiento que afecta el tubo neural, del que se forma la columna vertebral y el sistema nervioso central, durante el tercer mes de desarrollo embrionario.
Aunque aún no hay una causa específica de este padecimiento, pues podría ser genético o cromosómico, una de las principales recomendaciones de los médicos como una manera de prevenirlo es procurar que las mujeres que buscan procrear consuman una buena dosis de ácido fólico antes y durante el embarazo.
La espina bífida es un desarrollo incompleto de la medula espinal, las meninges y/o vertebras, que impiden que la columna se cierre completamente por lo que al momento del parto o la extracción del bebé este sufre graves daños que podrían ocasionar discapacidad motora, hidrocefalia, daños neurológicos, parálisis e incontinencia.
Existen tres tipos de espina bífida que puede desarrollar un feto.
●Espina bífida oculta: Implica un pequeño defecto en la formación de una vértebra y no genera ningún tipo de síntoma en el paciente. Es más, muchas personas pueden tener está patología, pero aún no la han descubierto porque es necesaria una placa de rayos x para detectarla.
●Espina bífida meningocele: Se trata de una especie de saco de tejido que sobresale de la columna vertebral y contiene en su interior membranas de la capa protectora de la médula espinal y líquido cefalorraquídeo. En este caso la persona si evidencia cierto tipo de limitaciones en su desarrollo.
●Espina bífida mielomeningocele: Es el caso más grave. Aquí la bolsa o quiste contiene tejido y líquido cerebroespinal y también parte de los nervios, lo que ha impedido que la medula se desarrolle completamente, ocasionando parálisis y hasta la pérdida del sentido del tacto.
En México la UNAM cuenta con una unidad especializada para corregir esta malformación entre la semana 20 y la 26 del embarazo, es decir mediante cirugía fetal, cuando el defecto es detectado a tiempo; la espina bífida también puede corregirse al nacer sin embargo las posibilidades de mejorar los riesgos son menores.
La Unidad de Investigación de Neurodesarrollo, que depende del Instituto de Neurobiología, ubicado en Querétaro, cuenta con el Departamento de Cirugía Fetal instalado en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer de Querétaro, y se encarga de corregir el defecto de espina bífida, entre otros problemas relacionados con el desarrollo fetal.
“Cuando el defecto de espina bífida es detectado a tiempo, se puede realizar una especie de cesárea a la madre para extraer el útero, realizar dos incisiones por las cuales se interviene al feto, se cierra y se continúa con el desarrollo fetal. Esta cirugía puede proporcionarle al bebé la gran posibilidad, de hasta un 60 por ciento para caminar y disminuir los riesgos neurológicos y psicomotores”, de acuerdo con el doctor Rogelio Cruz Martínez jefe del Departamento de Cirugía Fetal.