Bernardo Torres Morales
Chilpancingo, Guerrero.- La tarde noche de ayer un trabajador de Aurrerá Norte en Chilpancingo, golpeó en la cabeza a una bebé de tres meses con un montacargas y la empresa evadió imputar responsabilidades al trabajador.
América Guadalupe es la madre de la bebé y relató que alrededor de las 19:00 horas de ayer acudió a hacer sus compras de despensa a esta tienda, acompañada de su esposo y su otra hija, cuando en el área de jabones para lavar trastes, uno de los cargadores golpeó a su bebé de tan solo tres meses de edad, con el mango de uno de los montacargas que ocupan para mover la mercancía.
Expresó que, el incidente sucedió cuando ella ingresó al área de jabones, la cual no estaba cerrada, pero si estaban los trabajadores moviendo mercancía, de repente solo llego el trabajador y de manera muy rápida y sin percatarse que había gente jalo el montacargas con fuerza, y golpeó su brazo y al mismo tiempo la cabeza de la pequeña.
En ese momento la bebé se encontraba dormida y al momento del golpe, la pequeña despertó con un grito desgarrador, a lo que por el susto también los padres decidieron irse del área y de la tienda en busca de un médico para que revisara a la menor.
Sin embargo antes de salir de la tienda decidieron regresar en busca del trabajador para dialogar con el y explicarle que se tenía que hacer cargo de los gastos de la revisión y estudios que necesitará la pequeña.
Pero en cuestión de menos de 5 minutos y como por arte de magia, todos los trabajadores que se encontraban en esos andenes y otros a su lado desaparecieron como si se hubieran avisado del accidente.
La madre de la pequeña señaló que, posteriormente acudió a la entrada en dónde se encuentran los elementos de seguridad privada para explicarles la situación, quienes tan solo hicieron como que buscaban al trabajador.
A pesar de que ella y su esposo le informaron a los de seguridad y demás trabajadores que se trataba de un joven de tez clara, como de 1.70 metros de estatura y bárbara semi poblada y recortada.
La omisión de los trabajadores llegó a tal grado de que uno y otro solo se preguntaban si conocían al trabajador, diciendo que no daban con nadie de esas características, porque en ese día no habían mandado a nadie así por esa área.
Al ver la omisión de la empresa la madre de la pequeña decidió buscar nuevamente al trabajador por toda la tienda, pero nunca lo encontró en ninguna área.
A lo cual en ese momento, uno de los trabajadores le informó que lo único que podían hacer era llamar a una ambulancia y se esperaran el tiempo que tardará para que solo valorarán a la bebé a ver si tenía una contusión.
Por lo que al ser una bebé de tan solo tres meses de edad y ante la preocupación de los padres de que pudieran suceder alguna otra cosa que pusiera en peligro la vida de su hija, decidieron marcharse de la tienda por su propios medios y llevarla a un hospital para ser atendida.
En el hospital, la pequeña tuvo que ser atendida de urgencias y requirió una radiografía de cráneo para su valoración médica, sin que la gerencia de la tienda o el trabajador se hicieran responsables de sus gastos médicos.