La realidad muestra que la mayoría de las personas con discapacidad sólo terminan la educación básica, y pocos logran avanzar a estudios superiores. Este fenómeno, comparable a una pirámide educativa, refleja profundas desigualdades estructurales que requieren atención urgente.
Por Miguel Ángel Millán*
* Miguel Ángel Millán es interventor educativo con discapacidad y asesor en tecnología adaptada.
En México, la educación de las personas con discapacidad enfrenta obstáculos que limitan su acceso a niveles educativos superiores. Aunque se han logrado avances significativos en la inclusión educativa, la realidad muestra que la mayoría de las personas con discapacidad sólo terminan la educación básica, y pocos logran avanzar a estudios superiores. Este fenómeno, comparable a una pirámide educativa, refleja profundas desigualdades estructurales que requieren atención urgente.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 había aproximadamente 7.7 millones de personas con discapacidad en México, representando el 6.3% de la población total. De estas personas, el 50% ha completado la educación primaria, mientras que sólo el 20% llega a la educación secundaria.
A nivel superior, la situación es aún más alarmante: menos del 5% de las personas con discapacidad alcanzan una licenciatura y menos del 1% logra estudios de posgrado.
Las barreras físicas, la falta de recursos adaptados y la escasa capacitación de los docentes son algunos de los desafíos que enfrentan los estudiantes con discapacidad. La infraestructura educativa en muchas escuelas no está preparada para recibir a estos estudiantes, careciendo de rampas, baños accesibles y materiales didácticos adaptados. Además, la discriminación y los prejuicios sociales continúan siendo una realidad, limitando las oportunidades de las personas con discapacidad para integrarse plenamente en el ámbito educativo.
La investigadora mexicana María del Carmen Montero menciona que “la exclusión educativa de las personas con discapacidad no solo se debe a la falta de recursos, sino también a una falta de sensibilidad y comprensión por parte de la sociedad y las instituciones educativas”. Esta exclusión se agrava en las comunidades rurales, donde el acceso a servicios educativos especializados es casi inexistente.
Diversos autores hispanoamericanos han abordado esta problemática. La socióloga argentina Marta Burtin destaca en su obra «Educación y Discapacidad: Desafíos y Perspectivas» que la inclusión educativa debe ir más allá de la mera integración física de los estudiantes con discapacidad en las aulas. Burtin argumenta que es esencial promover un cambio cultural y pedagógico que valore la diversidad y reconozca las capacidades individuales de cada estudiante.
Por su parte, el pedagogo chileno Francisco Riquelme sostiene que “la inclusión educativa efectiva implica una transformación profunda del sistema educativo, donde se prioricen políticas públicas inclusivas, formación docente continua y la participación activa de las familias y la comunidad”.
A pesar de los desafíos, hay ejemplos inspiradores de personas con discapacidad que han logrado alcanzar niveles educativos superiores. Un caso destacado es el de Helen Keller, una escritora y activista política sordociega que obtuvo un título universitario en 1904 y se convirtió en un ícono de la superación personal y la defensa de los derechos de las personas con discapacidad.
Otro ejemplo es el de Stephen Hawking, un físico teórico y cosmólogo que, a pesar de sufrir una enfermedad degenerativa que lo dejó casi completamente paralizado, obtuvo su doctorado y realizó contribuciones significativas a la ciencia.
La educación es un derecho fundamental que debe ser accesible para todos, sin importar las capacidades físicas o mentales de cada individuo. Es crucial que se implementen políticas públicas efectivas que garanticen una educación inclusiva y de calidad para las personas con discapacidad. En palabras de Helen Keller: «El resultado más elevado de la educación es la tolerancia». Los obstáculos pueden ser muchos, pero con determinación y apoyo, es posible alcanzar sueños y metas.