Por Miguel Ángel Millán*
* Miguel Ángel Millán es interventor educativo con discapacidad y asesor en tecnología adaptada.
——————————-
Corazones valientes, almas de fuego,
Madres que en el silencio tejen la fortaleza del mundo.
Ellas, cuya vida se despliega en el cuidado silente
en la entrega sin condiciones, en el amor que todo lo abarca.
En México, el diez de mayo resuena diferente,
es un eco de gratitud que vibra más profundo
cuando pensamos en las madres de los niños con discapacidad.
Son ellas las guerreras incansables
las que sin escudo ni espada enfrentan gigantes
los prejuicios, el cansancio, la incomprensión.
Ellas, que conocen el miedo pero lo transforman en esperanza, que ven en los ojos de sus hijos universos por descubrir.
No solo madres, sino pilares que sostienen el cielo y la tierra haciendo de lo cotidiano una gesta, de cada día una victoria.
Este Día de las Madres, elevemos la voz por ellas, que su sacrificio no sea un susurro en la sombra. Debemos ser el apoyo, la mano extendida,
la comunidad que se convierte en familia.
Celebremos su espíritu indomable
honremos su amor que no conoce límites.
Porque en sus corazones valientes
en su lucha y su entrega, encontramos la definición más pura de valentía.
Que nunca olvidemos mirar más allá de la celebración
que nuestro reconocimiento se convierta en acción.
Por ellas, por sus hijos, por un mundo más justo
donde ser diferente es solo una forma más de ser hermoso.
