Bruno Placido tenía amenazas de «Los Ardillos», asegura su sobrino

Francisca Meza Carranza

Chilpancingo, 18 oct (Plan B).- El sobrino del fundador de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) Bruno Plácido Valerio, y dirigente del Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero – Emiliano Zapata (Cipog-EZ), Jesús Plácido Galindo reveló este miércoles que tenía amenazas del grupo delictivo Los Ardillos en Ayutla, al que responsabilizó de su asesinato.

En declaraciones en Chilpancingo antes de que el cuerpo fuera trasladado a su natal Buenavista municipio de San Luis Acatlán, Plácido Galindo informó que su tío era amenazado por este grupo criminal en la Costa Chica.

Aseguró que el mismo martes los responsables del asesinato ya habían intentado atacarlo en Plaza Chilpancingo, en donde por confusión asesinaron a un químico.

Indicó que la UPOEG está cercada por Los Ardillos quienes controlan Quechultenango, Acatepec, Tixtla, y Chilpancingo, entre otros municipios, en los que, aseguró, controlan los recursos de los ayuntamientos.

Dijo que entre los objetivos de asesinar a Plácido Valerio está el desarticular a la UPOEG y, sobre qué pasará con esa organización, dijo que será el pueblo quien decida, sin embargo, destacó que su Policía Ciudadana brinda la seguridad que el Estado no hace a pesar de tener las armas para hacerlo.

Exigió que haya justicia y que se aclare el homicidio pues no puede ni debe quedar impune.

Por otro lado, el secretario General del Gobierno del Estado, Ludwig Marcial Reynoso Núñez expresó que “podría ser”, al ser cuestionado sobre la posible participación de Los Ardillos en el asesinato del líder social.

El declaraciones unas horas después del homicidio, el secretario recordó que en el territorio de la UPOEG existen denuncias contra ese grupo criminal por lo que habría probabilidad de que así fuera, sin embargo, dijo no tener elementos para señalar a alguien en particular.

Lamentó el asesinato, “en lo personal muy profundamente”, y dijo que como gobierno tenían muy buena comunicación con él y estaban en el proceso de trabajar para que la UPOEG tuviera más orden; dijo que recibieron en muchas ocasiones a Bruno Plácido porque era un gestor social y no solamente se dedicaba a la autodefensa.

Momento triste para el movimiento social

El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, consideró que el asesinato de Bruno Plácido Valerio significa un momento triste para el movimiento social de Guerrero, trágico para los defensores de derechos humanos y un mensaje funesto de indefensión para la población. 

En entrevista con Milenio, dijo que se trató de un personaje de mucha relevancia en el movimiento social de la entidad y que su asesinato no puede quedar en la impunidad.

Dijo no conocer si actualmente tenía amenazas, pero recordó que anteriormente tuvo diferencias con otras organizaciones y grupos en la entidad por lo que deben de ser líneas tomadas en cuenta en la investigación.

Lo calificó como un personaje “muy controvertido pero muy comprometido”, sobre todo en su  lucha contra la delincuencia organizada desde sus inicios.

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