*El menor requiere una silla de ruedas especial que facilite sus ganas de estudiar
Francisca Meza.
Guerrero, 28 de octubre de 2022 (PlanB).- La discapacidad física de Chuchito no le impidió participar este jueves en el tradicional Danza de los Diablos de Costa Chica, gracias a la ayuda de su maestra y compañeros de tercero de kínder.
Como casi todos los niños de la entidad Jesús de 6 años participó en las actividades culturales por la erección del estado de Guerrero en su kínder Leonora Delgado de Cervantes ubicado en Comaltepec, Cuajinicuilapa.
Con la ayuda de su maestra, Paloma Guzmán, y una silla de ruedas que le fue prestada por su hermana (también con discapacidad) Chuchito siguió el ritmo a sus compañeritos para representar esa danza tradicional de los pueblos afromexicanos.
Aquí el video: https://fb.watch/h9_6YUoWkc/
Consultada por Plan B Guerrero la maestra reconoce que no tienen la formación necesaria para el trato de niños con discapacidad, sin embargo, han tratado de cobijar a los menores que han estudiado en esa escuela para que no se sientan excluidos sino parte dé, y amados.
Platica que Chuchito tiene problemas de movilidad en su cuerpo pero siempre tiene el ánimo para participar en todas las actividades, incluidas las de educación física, además de ser muy inteligente con los colores y los números.
Para lograr sus actividades el menor es ayudado por sus compañeros quienes, de acuerdo con lo platicado con la maestra, siempre están al pendiente para apoyarlo y se pueda integrar, además de ser un niño que “se da a querer”.
Dijo que tras el paso de la tormenta Ingrid y el huracán Manuel en 2013 la escuela fue remodelada y gracias a ello ya cuentan con rampas para mayor movilidad.
Cuando Jesús era más pequeño utilizaba una andadera como medio de transporte y también le servía como pupitre pero actualmente acude a la escuela en un sillón tejido con plástico, típico de las costas conocido como nido o huevo, lo que dificulta su movilidad y estudio.
La profesora y la directora del kínder, Melida Sotero, consideran que para un mejor desempeño Jesús requiere una silla de ruedas con respaldo alto, y con adaptaciones para facilitar sus estudios o bien una mesa que se adapte a sus necesidades, sin embargo, su familia no tiene las posibilidades económicas para ello.
Informaron que la discapacidad de Chuchito es genética pues su mamá y hermana mayor también la presentan. En el caso del menor tuvo un pronóstico de vida de 1 año y ahora es un niño feliz de 6 años que cursa el tercero de kínder.