Por Katia D’Artigues para Yo También
Esta semana en el mundo de la discapacidad nuestras alertas sonaron: diversas notas de medios tradicionales consignaban como novedad que las personas con discapacidad psicosocial -incluidas aquellas con depresión y ansiedad- podrían acceder tener una pensión de Bienestar.
Las preguntas eran obvias: ¿cómo se iban a entregar estas pensiones?, ¿cómo se comprobaría la condición psicosocial? De ser cierto era, además, algo mayúsculo, dado el gran aumento de las personas que viven con depresión y más después de la pandemia. ¿Se solicitaría más presupuesto?
Nos pusimos a reportear.
Si bien la nota resultó ser una “volada”, como le decimos en el periodismo (es decir una nota falsa) hay muchas cosas qué decir de ella: de lo que muestra de nosotros como sociedad en el tema de la discapacidad psicosocial, por un lado, pero por otro cómo el concepto de “discapacidad permanente” que ha usado este gobierno para definir, incluso en la Constitución, a quién se le da una pensión y a quién no.
Pero contemos un poco cómo inició esta historia.
Resulta que todo comenzó con un video en TikTok de un chavo llamado “Border-Nay”. Se le puede encontrar en @nayaritop.ditto en esa red social. Border Nay escribió en su bio esto: “Trastorno Límite de la Personalidad. Es hora de ponerle fin a la neurotipicidad”.
En diciembre del año pasado, el chavo, quien en esa red cuenta anécdotas de su vida, compartió en este video que había recibido su pensión para el bienestar por ser una persona con discapacidad. Contó incluso que, cuando fue a solicitarla, un señor lo cuestionó sobre si tenía una discapacidad pero ya que pasó con la doctora le dio la razón.
Comenzó a volverse viral en Twitter porque una cuenta llamada @Nohayquimios, que supuestamente escribe un médico, destacó el video de manera peyorativa. Criticó que el joven, a quien llamó “bestia”, sí recibía dinero cuando “no había tratamientos para niños con cáncer”.
Más notoriedad adquirió porque el tuit lo retomó el empresario Ricardo Salinas Pliego, quien, además, agregó: “Yo creo que el joven que aparece en este video está actuando, no podría ser de otra manera. Estoy seguro de que nuestros impuestos son para apoyar a los jóvenes que son el futuro de México… ¿así se llama el programa, no, o este es el futuro de México?”.
¿Las personas con discapacidad psicosocial y los jóvenes en particular, no pueden ser parte importante de “el futuro de México”? ¿Son “bestias”?
En Yo También citamos a una fuente de Conadis que dice que las personas con ansiedad y depresión no pueden recibir la pensión para el bienestar.
“Para acceder al apoyo gubernamental, la discapacidad debe ser permanente (no temporal), ya sea por una situación congénita (de nacimiento) o adquirida. Por esta razón, las autoridades piden un certificado o comprobante expedido por las autoridades sanitarias, sobre todo en el caso de discapacidades permanentes que no resultan evidentes”, dice la nota.
El tema aquí es la palabra “permanente”. Sin ponerme budista y decir que lo único que permanece es la impermanencia (algo que creo) también hay que revisarlo a la luz de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.
Ninguna discapacidad es, en realidad, permanente. Y está en la definición de la misma Convención, en el preámbulo, inciso e:
“La discapacidad es un concepto que evoluciona y que resulta de las interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno”.
Incluso dentro las reglas de operación del programa -pues así se llama- Pensiones para las personas con discapacidad permanente de este 2023 en ningún momento se excluye a la discapacidad psicosocial. En los criterios de elegibilidad lo único que se pide es esto: “Certificado y/o constancia médica que acredite la discapacidad permanente emitido por alguna institución pública del sector salud federal, estatal o municipal”.
Así que una persona con discapacidad psicosocial, como el chavo de TikTok que vive con trastorno límite de la personalidad, que todo parece indicar acreditó una institución pública, tiene todo el derecho a una pensión. Igual alguna otra que viva con trastorno bipolar, supongo.
¿Con depresión? En España, por ejemplo, sí hay bajas laborales permanentes por depresión y pagadas. Hay jurisprudencia al respecto, se considera una discapacidad e incluso hay despachos de abogados que las tramitan.
Es decir: lo que hasta ahora es claro (y esperamos que no sea permanente) es el gran estigma que aún viven las personas con discapacidad psicosocial.