Texto: Francisca Meza Carranza
Fotografías: Cortesía HB
Chilpancingo, Gro., 27 de abril (PlanB).- ”Te mataron porque quieren que el pueblo viva de rodillas”, expresó el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan Abel Barrera Hernández ante el féretro del dirigente del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, quien fue sepultado hoy en la comunidad de Cacahuatepec de Acapulco, entre gritos de “¡justicia!” y la exigencia de castigo a los responsables.
Este domingo por la mañana los restos mortales de Marco Suástegui salieron de la casa familiar en la que fue velado, en esa comunidad de la zona rural de Acapulco perteneciente a los Bienes Comunales de Cacahuatepec, rumbo al panteón, acompañado por decenas de personas; antes hicieron una parada en la iglesia.

Como si fuera una marcha de las miles que encabezó, con el dirigente iban familiares, comuneros y organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos. Al frente del cortejo, algunos cecopistas llevaban machetes arriba, como lo hicieron en su lucha contra el proyecto hidroeléctrico y posteriormente contra las empresas gravilleras que pretendían explotar el río Papagayo.
En el panteón no pudo faltar entre los presentes el lema de su lucha: “la tierra no se vende, se ama y se defiende”, así como el rechazo a La Parota y las gravilleras, además de la exigencia de justicia y castigo a los responsables de su muerte, derivada de un ataque a balazos el viernes 18 de abril en playa Icacos, en donde como prestador de servicios turísticos Marco Suástegui encabezaba una nueva lucha por el orden en la franja de playa.

Antes de ser sepultado, el director de Tlachinollan tomó la palabra y recordó la lucha en la que lo acompañaron legalmente contra el proyecto de la CFE; ahora, al acompañarlo en su última morada, se refirió a él como una fuente de inspiración de cómo se lucha por los derechos del pueblo, y dijo que les enseñó cómo se lucha por los derechos humanos.
Dijo que ahí se sepultaba el cuerpo pero la lucha y la dignidad quedaban, y no la defraudarán. Expresó que el Cecop y la lucha debe seguir.
El sábado Marco Antonio Suástegui Muñoz cruzó el río Papagayo por última vez en lancha; su féretro fue llevado a la casa de su tío, en donde se llevaron a cabo muchas asambleas. Este domingo al quedar sepultado los asistentes levantaron su puño en señal de lucha.
