* “Hace falta rebeldía, nos hace falta rebeldía; se fue perdiendo”.
*Ya hay más fechas de presentación de la obra de Jaime, El Jaguar, y siete coautores, en municipios y en El Chopo.
Texto publicado originalmente en Plural, Periodismo para Todos, con fotografías cortesía de Luis Daniel Nava
Fue hace 20 años: en este mismo lugar de Chilpancingo, entonces sede del Instituto Guerrerense de la Cultura, en el marco de la presentación de La Contracultura en México, el autor del libro, el renombrado José Agustín Ramírez, lanzó una especie de reto a un asistente, que le comentó por qué no se hacía un trabajo bibliográfico de contracultura más allá del centro del país, que mire a otros lugares, como Guerrero.
“Haz tú el libro, escríbelo tú y yo te hago el prólogo”, recuerda Carlos Ortiz que el autor le dijo al interlocutor, Jaime “El Jaguar” García Leyva, después, autor de un libro que llama importante, Radiografía del Rock en Guerrero del año 2005, un género “relegado, no tan permitido”.
Dos décadas después, en el ahora Museo Regional de Guerrero INAH, en el zócalo capitalino, escritor y autor se encontraron de nuevo, ahora para comentar, la tarde de este viernes, Radiografía del Rock en Guerrero II, continuación de la obra del 2005 ahora con prólogo del académico Homero Ávila Landa y coautoría por regiones: Acapulco, con Abraham Chavelas (Palmeras borrachas de rock), que deja testimonio póstumo; Costa Chica, con Nadia Alvarado (La música…salva); parte de zona Centro, con Pablo Israel Vázquez (Rock en el avispero: Chilpancingo); Néstor Lorenzo Moreno, con Los sonidos del rock en Acatlán y Chilapa; Brenda Iris Cuevas con Guerreras del Rock; Isaías Romero Librado, con 46 años después: el movimiento roquero de Tlapa, y Raymundo Ruiz Avilés, con El rock como movimiento musical y artístico en Taxco.
“Si no se provoca no se mueve nada; vivimos en gobiernos donde ponen casitas de perros para pobres, no deberíamos permitir eso. Hace falta rebeldía, nos hace falta rebeldía; se fue perdiendo, el rock nos proporcionaba esa rebeldía en los 90’s, nos hacía ser críticos”, evocaba el poeta y escritor Charlie Ortiz, comentador del libro con el melómano, familiar de renombrados músicos, Marco Damián, y el periodista rockero Sergio Ocampo Arista; la directora del recinto, Maura Ortiz, fungió como moderadora en este encuentro, que tuvo asistencia de 130 personas, y contó con un ‘toquín’ de la banda capitalina Huay Virtus.
Proyecto autogestivo con más fechas de presentación
Vivencias personales, evocación a promotores, organizadores, contextos, hechos hasta de prohibición y persecución, por supuesto de estigmatización, se abordan en esta obra de 209 páginas, con textos respectivos de tres indígenas, dos afros, tres mestizos, dos hombres y una mujer; publicación que -detalla Jaime en entrevista- “se editó con fondos propios en una editorial independiente de Guerrero, con mucha autogestión solidaria al estilo ‘hazlo tú mismo’. Se pueden hacer cosas por promover estas actividades culturales desde nuestros recursos, sobre todo desde el apoyo de la gente y los colectivos que colaboran”.
Un compilado de nombres, lugares, contextos y procesos siempre ampliables, dijo el autor del subtema de Chilpancingo, Pablo Israel Vázquez, recordando la permanente generación de nuevos grupos y gustosos del género, lo que da para continuar documentando con nuevos esfuerzos de divulgación e información.
Radiografía del Rock en Guerrero II, de venta en la librería Macondo de Chilpancingo, se va a presentar en Tlapa, el 8 de este mes, y en Acapulco el 19 de abril, en el Tianguis Cultural de El Chopo de la Ciudad de México, el 15 de marzo, y en Acatlán, Chilapa, en mayo con fecha por confirmar, además en Xalapa, en Veracruz.